lunes, 3 de marzo de 2008

Arena

Estaré allí mientras se vacía la arena de mi reloj.
He de buscarte con la mirada certera y atenta del cazador que otea presintiendo su presa.
Seré paciente como el remanso que aguarda la llegada de la primavera, irritable y tormentosa...
El polen de mis pensamientos llegará a Tí cual brisa primaveral y te guiará en medio de tus mundos hasta que tu luz me mire y tu calor me abrigue.
Será el regocijo del viento que danza con la lluvia por tu pradera húmeda.
Se mezclarán tu fragancia y mi aliento exaltado mientras la nada de la noche nos engulle...
Oiré tu risa incontenida por el gozo del encuentro.
Mis ojos dirán que eres bella, mi rostro te hablará por mi corazón y sentiré la porcelana de tu piel bajo el manto de tu cabello.
Te esperaré una eternidad.
Estaré sentado en la banca iluminada por el farol de tu sonrisa, en medio de la noche de tus cabellos.
Me miraré en el reflejo de tus ojos y beberé de tu fuente.
Me mirarás al infinito y comprenderás en un diálogo silencioso que por fin no tendrás que decir nada.

Escrito en algún momento de 1996

1 comentario:

Anónimo dijo...

LLega!!! transmite vivencia, sentimiento y sobre todo: sensaciones.


PD: No pude encontrar el blog que estás escribiendo en la fecha.
Cariños,
Laura